sábado, 30 de junio de 2018
CAPITULO 4 (SEGUNDA HISTORIA)
14 de noviembre, 1996
He estado tan ocupada que no he tenido oportunidad de escribir durante algún tiempo.
Estoy haciendo todos los turnos dobles que puedo en el asilo de ancianos, además de mis clases. Tengo que reunir el suficiente dinero para pagar la matrícula del próximo cuatrimestre. Esta noche Pedro me ha llevado a
su apartamento para estudiar y hasta parecía algo avergonzado porque se tratara de un estudio y no en el mejor de los vecindarios. No sé de qué tiene que sentirse avergonzado.
Trabaja muy duramente.
Su trabajo en construcción es un trabajo físico y sé que normalmente trabaja de mañana a tarde casi todos los días de la semana. Quiere ahorrar el suficiente dinero para traer a su madre y a su hermano pequeño a vivir a Tampa. Pedro habla mayormente del futuro, probablemente porque su pasado no ha sido tan bueno. Lo entiendo bien. Yo también prefiero pensar en el futuro.
Hace solo unos meses que conozco a Pedro, pero se ha convertido en el mejor amigo que he tenido nunca, después de Crystal, pero ella hace años que se fue. Me veo como una tonta por haber dudado de él. Es una buena persona, el mejor de todos los hombres que he conocido y quien más me alienta a perseguir mis metas.
Tan solo me gustaría que dejara de llamarme cielo y de quitarme la goma del pelo porque dice que es una lástima atar un pelo tan hermoso.
¿Está ciego? ¡Mi pelo es un desastre!
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