miércoles, 25 de julio de 2018

CAPITULO 8 (CUARTA HISTORIA)




El problema era que algo dentro de él la reconoció, una parte de sí mismo que había estado dolido para encontrar algo o alguien para aliviar su vacío. Por primera vez en mucho tiempo, quería dejar de correr y disfrutar de la sensación de la mujer en sus brazos, estar intoxicado por su olor. A pesar de que su cuerpo pedía a gritos tenerla de manera carnal, también se sintió en paz....


Pedro cerró su cerebro y simplemente disfrutó de las sensaciones de su cuerpo, de la parte superior de sus piernas, delgadas, desnudas entrelazando con sus extremidades. No podía evitar el sentido de rectitud, y no estaba seguro de que quería perderlo. La necesidad de investigar la extraña reacción que sentía hacia ella, Pedro decidió algunas cosas en ese momento:
Uno: Paula iba a volver a Tampa con él, incluso si tenía que llevarla a regañadientes para hacerlo.
Dos: No me importa una mierda si estaba relacionado con Mauro y Magda o no.
Tres: Una vez que ella estubiera bien, se la iba a follar hasta que ninguno de ellos pudiera moverse.
Cuatro: Por primera vez en su vida, que iba a convertirse en un héroe, matando a todos los dragones y el demonio que la atormentaba.
Cinco: Iba a hacerla sonreír... y más. Su comportamiento estoico le dijo que no había tenido mucho para sonreír en su vida.


Un brazo alrededor de su cintura y una mano posesivamente en su culo para mantenerla en su lugar, Pedro se durmió rápidamente, y sin su inquietud habitual. De hecho, estaba casi contenido.




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