domingo, 1 de julio de 2018
CAPITULO 9 (SEGUNDA HISTORIA)
12 de mayo, 1997
Sola otra vez, como siempre he estado.
Pedro y yo teníamos que habernos encontrado para tomar café ayer y, al acercarme a la cafetería, los vi en el callejón. La mujer era muy atractiva: alta, delgada y bonita, todo lo que nunca he sido ni seré. Pedro apoyaba la espalda contra los ladrillos del edificio y tenía a la mujer encima de él, enredándole el pelo con las manos y besando a mi Pedro como si le perteneciera. Él le manoseaba los pechos y las piernas, apretando su cuerpo de modelo contra él, restregándose mutuamente. Me quedé de piedra y permanecí allí de pie como una estatua. No estoy segura de cuánto tiempo me quedé mirando, el corazón a punto de salírseme del pecho, incapaz de creer que realmente se trataba de mi Pedro besando a esa mujer. Pero, Dios mío, lo era. Cuando se pararon a coger aliento, los ojos de Pedro se encontraron con los míos. La expresión de su cara no dejaba lugar a dudas. Culpa. Satisfacción. En ese momento, el corazón se me rompió en un millón de pedazos.
Y Pedro lo sabía. Lo sabía y ni siquiera intentó explicarse. Dudo que nada vuelva a recomponer lo nuestro. Tenía que salir corriendo de allí y Pedro me dejó ir sin decir una palabra.
¿Fui realmente tan estúpida, tan ingenua? ¿Pensé realmente que Pedro Alfonso estaba haciendo otra cosa que jugar conmigo?
Nadie me ha querido nunca. Ni de niña ni de adolescente. Y tampoco de adulta. Lo más probable es que nadie lo haga nunca. Lloraré un poco más y luego iré a dormir y a tratar de olvidar cómo se siente el ser querida por un breve instante. Todo no era más que una mentira.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Uyyyyyyyyyyy pobre Pau. Muy buenos caps, cortitos, pero buenos.
ResponderEliminar