domingo, 12 de agosto de 2018

CAPITULO 22 (QUINTA HISTORIA)




-¿Seguro que estás bien? - Kevin Alfonso miró con recelo a su gemelo que le hizo una bolsa llena de Duoderm, vendas, y el ibuprofeno que le entregó. Dejó caer la bolsa de viaje que había traído a petición de Pedro a la casa de Paula.


-Podemos quedarnos con Paula - Sofia sugirió en voz baja, mirando a Pedro con curiosidad.


-Me quedo con ella - gruñó Pedro, no está dispuesto a renunciar a la atención de Paula a cualquier persona después de ver su cuerpo casi aplastado por un camión en el estacionamiento de Alfonso.


-Esto es mi culpa. La hice correr en frente de la camioneta. Debería haberle explicado todo a ella de inmediato .


Kevin se movió y se cruzó de brazos frente a él.


-No voy a preguntar exactamente cómo sucedió esto porque dudo que me dirías, pero Paula tuvo la suerte en todo, solo tiene unos raspones. Tengo la sensación de que tomaste la mayor parte del impacto y que has logrado que no sea aplastada por el camión. Estoy preguntando si estás bien.


Pedro estaba a punto de decirle a su hermano que su pierna y la espalda le dolían como un hijo de puta. Después de lo que había pasado Kevin, los dolores y las molestias de Pedro fueron menores, y el ligero raspón en su rostro se curaría. Paula había conseguido empeorar las cosas, los brazos desnudos y la espalda raspada por la grava que no perdona y el pavimento. Él no del todo había sido capaz de salvarla de la corredera a través del hormigón por el impacto de su cuerpo en su arado. Desde que había sido fuertemente cubierto desde el cuello hacia abajo, todo lo que tenía que quejarse era el dolor del impacto.


-Ella podría haber muerto - Pedro dijo a su hermano con voz ronca.


Pedro sabía que nunca olvidaría el momento en que vio el camión que se dirigía hacia el estacionamiento, Paula se puso a la derecha en su camino. Se estremeció al pensar en lo que podría haber sucedido, lo que casi había sucedido. A pesar de que había logrado tirarla a la vez que el camión que se aproximaba, Paula todavía había salido herida. Por su culpa.


-Ella no lo hizo, Pedro - Kevin dijo a su hermano con solemnidad.-Tú estabas ahí


Yo lo causé. Fue mi culpa.


Pedro de repente quería deshacerse de su mala conciencia, informar a Kevin de todo, pero no lo hizo.


-Me quedo aquí para ayudarla. Ustedes dos pueden irse a casa. No es que no tengamos tanto con los raspones - Eso fue decir poco. 


Dado que ambos eran adictos a moverse a altas velocidades en cualquier cosa con un motor, ambos habían tenido su parte justa de los accidentes en la infancia y en la edad adulta.


Kevin dio a Pedro una sonrisa de complicidad.


-He traído todo lo que necesitas.


Pedro había llevado a Paula al hospital, y habían limpiado los escombros de sus heridas. Pero sabía por experiencia que empiezan a doler como el demonio dentro de muy poco. Los raspones por lo general dolían más tarde que justo cuando sucedía, las pequeñas terminaciones nerviosas comienzan a protestar por algunas horas después de la lesión real.


-Llámanos - insistía Sofia.-Quiero saber cómo lo está.- Se acercó a Pedro y le dio un beso en la
mejilla, evitando el área que fue raspada.


Pedro se movió incómodo, todavía no se acostumbraba al afecto abierto de Sofia. No era que no le gustaba que... exactamente. Sólo que
no estaba acostumbrado a ello. La única mujer que le había demostrado el tipo de afecto era Mia, y la hermana de Gustavo, Chloe.


Pedro vio la sonrisa de Kevin y él frunció el ceño. Kevin sabía muy bien y el bien que hacia Sofia cuando ella lo trató como a un hermano. 


Era un bastardo frío, un grano en el culo, y él no manejó el afecto abierto muy bien.


-Gracias - Pedro se alejo de Sofia torpemente, dando a Kevin otro aspecto sucio.


-Yo me encargo de las cosas de Alfonso por un tiempo. Sólo cuida de Paula - Pedro sugirió,
envolviendo su brazo alrededor de su esposa
embarazada - Es fácil ir de héroe, ¿verdad? Tomaste diez años de mi vida hoy cuando oí que estabas en el hospital.


Pedro le disparó a su hermano una mirada sombría.


-Ahora ya sabes cómo me sentía - admitió, recordando el día del accidente de Kevin.


-Se supone que debo ser el gemelo salvaje- Kevin le dijo con una sonrisa mientras conducía a Sofia a la puerta -En serio, llámame si necesitas algo. Alfonso sobrevivirá sin ti por un tiempo.


-Va a tener que hacerlo - respondió Pedro, ni siquiera pensaba en el negocio en este momento. 


Su principal preocupación era Paula.




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