viernes, 3 de agosto de 2018

CAPITULO 35 (CUARTA HISTORIA)




Paula se bajó primero, Pedro estabilizo la moto mientras desmontaba. Se quitó el casco y luego se retiro de ella, estiba todo el equipo, incluyendo su chaqueta de cuero, en las alforjas. 


-Podemos tomar algo de beber. Teo mantiene su
nevera surtida aquí.


-Pedro?


La tomó de la mano y la guió hacia lo que parecía ser garajes. 


-¿Sí?


-Gracias por esto. Eso fue maravilloso - ella le dijo realmente - Fue una de las mejores cosas que he hecho nunca. Una de las pocas cosas…


-¿Quiero saber acerca de los otras? -  Preguntó Pedro, parado en la puerta del edificio.


-Sólo puedo pensar en una cosa que se sentía más increíble.- Paula le sonrió. -Y lo he experimentado contigo, también.


-Que tal? - Se preguntó peligrosamente, inmovilizándola contra la puerta con su cuerpo .


Paula envolvió sus brazos alrededor de su cuello, que necesitan desesperadamente sentir a Pedro piel con piel con ella.-Sí - Ella lo miró a los ojos azules ardientes y su corazón se deslizó. Parecía tenso, los círculos oscuros bajo los ojos más pronunciados, y ella quería calmarlo, consolarlo, hacerle perder las emociones negativas que había estado experimentando durante los últimos meses. En ese momento, ella odiaba lo que había tenido que hacer para conseguir la compostura. 


Era obvio que Pedro le importaba. Puede que no la amara, pero definitivamente estaba estresado por ella, preocupado por ella. Y ella le había causado dolor.


-Lo siento tanto si te he hecho daño - le dijo suavemente, suavizando las ojeras y las líneas de tensión en su rostro - No fue mi intención - Su mano se deslizó por su pecho sobre sus abdominales definidos y, finalmente, acarició
sus vaqueros, acariciando la erección considerable tratando de reventar a través de las costuras de la mezclilla - Eres tan difícil


-Mierda! -  Pedro capturó la mano de Paula en la suya y entró en el garaje, tirando de ella a sus espaldas - Necesito esa bebida fría. No comiences algo que no puedas terminar - retumbó en un tono amenazador.


Se movieron pasando varios vehículos y terminaron en una oficina que Paula supone pertenecía a Teo. 


-Lo terminaré - Paula le dijo en voz baja, con la sensación incómoda de ser realmente agresiva sexualmente, pero que quería ser. Ella quería hacer las cosas con Pedro que no quería que con cualquier otro hombre. A pesar de que amaba la forma apasionada de Pedro y su alfa sexualidad masculina, ella deseaba complacerlo.


Y ella estaba más que lista para extender sus alas un poco y probar.




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