miércoles, 8 de agosto de 2018
CAPITULO 7 (QUINTA HISTORIA)
Ella no se va a casar. Ella rompió con su maldito novio.
Ella está disponible. Ella está disponible. Ella está disponible.
El mantra inculcado en el cerebro de Pedro mientras conducía su Hennessey Venom GT alrededor de su pista de carreras por primera vez, poner a prueba la velocidad y el manejo del nuevo vehículo que acababa de llegar temprano ese día. Por lo general, habría sido por las ganas de conseguir el vehículo hasta la velocidad más rápida posible, completamente centrado en el examen de sus capacidades, pero hoy no era un día ordinario.
Hoy es el día que me enteré de que Paula Chaves no esta mas comprometida.
Conduciendo a velocidades mortales y pensando en Paula Chaves realmente no se mezclaban, pero su excitación era difícil, y no fue desde el motor palpitante del vehículo que conducía actualmente. Era su culpa; su erección se debió al hecho de que la amenaza rubia en una falda estrecha era en realidad solo por primera vez desde que se había convertido su empleada.
Sus dedos se cerraron alrededor del volante mientras maniobraba con pericia en torno a una curva, apenas bajando la velocidad al tiempo que tocaba la recta de nuevo. Dios, el vehículo era dulce, pero lo único que podía pensar era en lo mucho más dulce que jodidamente Paula sería, tenerla jadeando su nombre debajo de él mientras la hacía venir una y otra vez, hasta que todo lo que podía fuera pensar era él.
Cuatro años y treinta y dos días que había pensado acerca de ese escenario; un mil cuatrocientos noventa días tortuosos de bolas azules que ninguna otra mujer podría curar. Excepto ella.
Había estado en problemas desde el día en que había entrado en su oficina para una entrevista, ligeramente sin aliento y nerviosa. El hueso se había retorcido en sus pantalones de inmediato, por lo que él quería llegar, tirar de ella en su regazo, y dejarla aún más sin aliento hasta que ambos quedaron completamente saciados.
¿Por qué diablos había seguido delante y la contrató ? nunca entendió. Él debe haber sido masoquista, debido a su dulce y cándida belleza lo había perseguido cada maldito momento desde el día en que la había contratado. Y su inteligencia y su lengua afilada tanto molestaron a la mierda de él y lo desafió. No había nada más que quería que domesticar esa pequeña tigresa, hacer que se diera a él hasta que ella ronroneara.
Necesito apenas cogerla y sacarla de mi sistema.
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