domingo, 26 de agosto de 2018
CAPITULO 8 (SEXTA HISTORIA)
Durante los meses siguientes, Pedro intentó darle una oportunidad a Paula para recuperarse de su relación con el perdedor de su novio, intentó ser paciente.
Por desgracia, parecía incapaz de dejar de enviarle un correo electrónico al menos una vez a la semana. Quería saber si estaba bien, y una parte secreta de sí mismo lo hacía por razones completamente egoístas: para recordarle que estaba esperando. Los correos que enviaba siempre eran iguales:
Solo quiero saber que estás bien.
P.
Las respuestas de Paula siempre eran de dos palabras.
Estoy bien.
P.
En enero, cuando le envió un email, estaba bien.
Durante el resto del invierno, cuando escribía, ella estaba bien. En primavera, respondió su pregunta de la misma manera: estaba bien.
Entonces, a principios de verano, Paula iba a casarse.
«¿Qué cojones…?».
Pedro estaba en Rocky Springs, Colorado, en una función benéfica cuando averiguó que Paula planeaba casarse con el mismo perdedor del que Pedro esperaba que se recuperase. Había hablado con su hermano, German, y se había enterado de la noticia por él. Paula nunca lo había mencionado. Sólo estaba bien, según sus respuestas semanales de dos palabras.
Nunca le había hecho saber que había vuelto con su ex novio, mucho menos que iban a casarse.
Por desgracia, la noticia no le sentó tan bien a Pedro.
«Me quedé lívido, joder, y ya he esperado bastante».
Por fin iba a llevarse a Paula a su cama y a expulsar al imbécil de su vida cuando lo hiciera; no se oponía a jugar sucio si eso era lo que hacía falta para conseguir su objetivo. Pedro no sabía a qué clase de humillación estaba sometiéndola ese tipo para que Paula accediera a casarse con él, pero el juego estaba a punto de terminar.
Desgraciadamente, aunque ya tenían planes de casarse con otro hombre, un tipo al que no le importaba una mierda, Pedro todavía la quería para sí. Y no iba a renunciar a ella hasta que estuviera bien y preparado para hacerlo y hasta que el imbécil que había en su vida estuviera completamente fuera de escena.
Por alguna razón, Paula estaba huyendo de lo que había ocurrido entre ellos, pero la atraparía, haría que admitiera que lo deseaba a él y que no amaba al hombre con el que iba a casarse. Si hubiera amado a otro hombre, nunca habría tenido relaciones con él durante las vacaciones.
Tal vez Paula pensara que Pedro no era más que un imbécil en la superficie, pero estaba a punto de averiguar lo imbécil que podía llegar a ser. Cuando se trataba de Paula, era perfectamente capaz de ser un cabrón despiadado para conseguirla y mantenerla alejada de alguien que le haría daño. Paula estaba a punto de ver una faceta diferente de Pedro. Así que, podría terminar odiándolo.
Era mejor a que terminara casada y desdichada, atada a una sanguijuela.
Él y Gustavo Colter, un tipo medio loco y muy acaudalado, antiguo miembro de las Fuerzas Especiales, tramaron un plan en Rocky Springs justo después de que Pedro averiguara que Paula iba a casarse. Era una intriga egoísta y codiciosa que cambiaría irreversiblemente su vida y la de Paula. Pedro no se lo pensó dos veces a la hora de llevarlo a la práctica con ayuda de Gustavo. Con la razón nublada por el enfado y la incredulidad, siguió adelante con Gustavo, con el único objetivo de separar a Paula de cualquier otro hombre excepto él.
Cualquier otro resultado era inaceptable, impensable.
Pedro ignoró la vocecita irritante que le decía que terminar con sus planes de boda no era la única razón por la que tomaba aquella estrategia en particular. En lugar de eso, puso en marcha el plan y finalmente levantó una barrera entre sí mismo y cualquiera de sus emociones después de tomar la decisión de llevar a cabo la solución propuesta por Gustavo, tal y como siempre había hecho en sus asuntos de negocios. Él y Paula tenían un asunto pendiente
y él estaba a punto de concluirlo —permanentemente y por completo
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Uyyyyyyy la que se va a venir me imagino. Muy buenos los 3 caps.
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