jueves, 23 de agosto de 2018
CAPITULO 58 (QUINTA HISTORIA)
-No puedo creer que todos acaban de aceptar esto, que me creen - dijo Pedro con voz ronca.
Paula apretó la mano, sabiendo lo incondicional de su familia, la aceptación era todo para él.
-¿Por qué no lo haríamos? -Sofia preguntó con curiosidad.-Cuando Gustavo me rescató, me dijo que le mandaste un mensaje. ¿Cómo sabias
que lo necesitaba?
-Tuve un vago sueño la noche anterior - admitió Pedro.-"Y no me sentía bien sobre toda la situación - Se encogió de hombros. "Sucede así a veces.
-Tienes un regalo increíble, Pedro. Creo que hay muchas cosas espirituales que no entendemos, pero eso no quiere decir que no existen - Sofia murmuró.-Estoy más agradecida de lo que nunca sabrás por mandar un mensaje a Gustavo ese día. Yo no lo habría hecho incluso unos pocos minutos más sin tu ayuda.
Paula quería abrazar a su amiga para tranquilizar a Pedro, por tratar de hacerlo más cómodo consigo mismo.
-Ha salvado a Gustavo, también.
Mia se inclinó hacia delante, con una expresión de asombro en su rostro.
-Dinos.
-Él te dijo?- Pedro preguntó, mirándola con el ceño fruncido.
-Él lo hizo. Cuando mi casa fue destruida, él me contó su historia porque yo le dije que pensaba que sabías que iba a pasar.
Paula explicó rápidamente lo que había sucedido con Gustavo al resto de la familia. Pedro ya les había dicho acerca de sus sueños recurrentes sobre Paula, y por qué la había llevado a Colorado.
-Mierda, Pedro. Eso es increíble - Kevin exclamó, y se abrían a Pedro.
-Es curioso. Y así soy yo- Pedro retumbó con torpeza, pero no muy enfáticamente.
Paula suspiró, sabiendo que tomaría tiempo para Pedro aceptar por completo quién era, pero tiene a su familia sabiendo sobre él y validarlo fue un paso importante.
-Tienes talento - Sofia argumentó.
-Especial - dijo Mia con una inclinación de cabeza.
-Nunca quise ser dotado o especial- raspó Pedro - Después de nuestra infancia loca y nuestro padre loco, yo sólo quería ser normal.
-Nunca has estado normal -dijo Kevin con una sonrisa.-Siempre has sido un grano en el culo. Y que pasó con el hermano que me dijo que no había conocido a una mujer que valga la pena para perder su sentido común?¿Has visto la imagen de ti en el periódico agarrando el trasero de Pau y besándola como si lo había perdido en el medio de una fiesta oficial?
-Sí. Lo enmarque y está en mi escritorio en el trabajo - admitió. -Me he unido al club psico los
hombres. De hecho, voy a tener que convertirme
en el maldito presidente de la organización.
-Todavía quieres deshacerte de ese escritorio?- Preguntó con una sonrisa Kevin.
-Claro que no. Ya no. Se ha convertido en mi pieza favorita de los-muebles en todo el maldito edificio- respondió enfáticamente.
Paula enrojeció, sabía exactamente por qué Pedro solía odiar ese escritorio. Pero que habían tenido un poco más de aventuras en la oficina en la que la superficie de madera en particular, y ahora él juró que lo mantenía para siempre, incluso si lo hiciera distraerlo veces.
Pero ella sabía que iba a acordar de nuevo si ella no estaba cerca.
Los hombres bromearon un poco más, las mujeres se lanzan en sus propios comentarios.
Paula miraba hacia Pedro, finalmente respiro un suspiro de alivio. Hoy había sido un gran obstáculo para él, y ella sabía que no tenía muchas ganas de tratar con él. Pero ella tenía suficiente fe en su familia para saber que siempre había aceptado incondicionalmente a Pedro, y ella quería que él supiera crea eso.
Así que ella lo había empujado, le animó, esperando que nada pudiera ir mal. Algún día él estaría más cómodo con sus rasgos especiales y únicos, pero él había vivido con su regalo solo durante tanto tiempo que no iba a suceder durante la noche.
Había estado viviendo con él desde que volvieron de Colorado, y aunque su casa era enorme y tenía la seguridad increíble, no era ostentoso. Por supuesto, debería haber sabido que no lo sería, porque ese no era el estilo de Pedro.
Había ido a su casa destruida con ella, pero casi nada era recuperable. Curiosamente, no estaba muy triste. Había unos pocos artículos personales que le hubiera gustado tener, pero era casi como si no hubiera siquiera realmente empezado a vivir hasta que hubiera caído en el amor de Pedro. Y se sentía como todo lo que había sucedido antes en su vida fue todo lo cual lleva a esta... a él. Pedro la hacía sentirse querida, completa y perfecta. Dudaba que alguna vez dejaran de luchar a veces, pero era casi como... los juegos previos.
Además, Pedro no era el tipo de hombre que necesitaba una esposa que no lo retara. Y ella adoraba a su amante macho alfa, la personalidad de protección. La hacía sentir segura, y nunca hubo un día en que no se sentía amada, incluso si él estaba enojado con ella por algo.
-Por eso, cuando es la boda?- Sofia preguntó con curiosidad, mirando con entusiasmo a Paula.
-Pronto- Pedro, irritado.
-El próximo año- Pau respondió al mismo tiempo.
Se miraron el uno al otro.
Pedro envolvió un brazo de acero alrededor de su cintura y la atrajo hacia su regazo.
-No voy a esperar hasta el próximo año- él le informó obstinadamente, su voz con una nota de
advertencia.
-No han fijado una fecha todavía - dijo a Sofia con un guiño.
-Pero es seguro que no será el próximo año- Pedro respondió obstinadamente.
Kevin miró a Mauro.
-¿Hay que empezar a hacer sus apuestas sobre quién va a ganar este argumento?
-No- Mauro respondió con una sonrisa -No funcionaría. Nos gustaría tanto apostar a Pedro.
Sofia, Kevin, Mauro, y Mia se rieron mientras se levantaban para irse.
-Creo que voy a dejar a estos dos trabajar- dijo Kevin, golpeando a Pedro en la espalda mientras caminaba junto a él.
Paula retorciéndose para salir del regazo de Pedro para ver a todo el mundo, pero él la abrazó con fuerza durante un minuto más, susurrando con voz ronca en su oído
-No estuvimos esperando tanto tiempo, incluso si tengo que salir de mi corbata traviesa.
Paula se estremeció ante la idea, sabiendo que cuando Pedro quería algo, siempre lo consiguia.
Cuando Pedro realmente quería ser malo,
sabía exactamente cómo llegar a ella.
-Lo discutiremos - ella le dijo con firmeza mientras se levantaba.
-No por mucho tiempo- dijo Pedro ominosamente, con una sonrisa feliz en su cara ahora.
Paula le devolvió la sonrisa, más que lista a discutir con él, ya que siempre terminó en el más delicioso sexo de reconciliación.
Por último, Pedro cerró la puerta detrás de su familia y se enfrentó a ella con una mirada de alivio en su rostro.
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