miércoles, 22 de agosto de 2018

CAPITULO 57 (QUINTA HISTORIA)




Una semana más tarde, Pau observó el rostro de Pedro mientras dolorosamente explicó a su familia la verdad sobre sus sueños premonitorios, sabiendo lo difícil que era para él. Le dolía el corazón cuando se sentó en el brazo de la silla en la sala de su casa, su familia escuchando todo con atención, como si se podía sentir lo difícil que era esto para él, también.


Mauro y Mia estaban sentados en el sofá de dos plazas, Kevin y Sofia en el sofá, todos ellos completamente en silencio durante unos momentos después de que Pedro dejó de hablar.


-Yo sabía -Kevin finalmente dijo, en voz baja y extrañamente triste.-No sabía que estabas teniendo sueños, y yo no podía resolverlo todo, pero sabía que todo lo que pasaba era más que una coincidencia. Estabas allí casi cada maldita vez que te necesitábamos. ¿Por qué no me dijiste toda la verdad? Eso es un infierno de una carga que tienes que soportar por sí solo, Pedro.


-Yo no lo podía decir - respondió Pedro en voz torturada, frotándose la cara con las manos -Tú y Mia eras todo lo que tenía, y nuestro padre estaba loco. Yo no quiero que nadie piense que estaba tan loco como él. Sólo quería que todos seamos normal de nuevo.-Se detuvo un minuto antes de añadir:- Yo no soñé con tu accidente, Kevin. Lo siento.


Kevin se levantó, con la cara en una expresión sombría. Se acercó a la silla de Pedro y dijo rotundamente:
-Levántate.


Paula se encogió, esperando que no iba a lamentar Pedro en decirle a su familia toda. Este fue su deber, su idea por completo. Ella amaba a
Pedro tanto, y ella quería salvar la distancia con sus hermanos. Paula sabía que lo querían tanto como los amaba, aunque él nunca se expresaba bien debido a su aislamiento, y en este momento Pedro necesitaba garantías. Ella sólo quería que fuera feliz, para darse cuenta de lo especial que era, y ella estaba contando con sus hermanos para ayudar.


Observó mientras Pedro se puso lentamente de pie, mirando a la cara sombría de su gemelo, su expresión incierta. Tomó Kevin menos de un segundo para envolver a su hermano mayor en uno de los más feroces abrazos de oso que Paula había visto nunca.


-Te amo, eres un maldito asno - dijo Kevin con ferocidad, abrazando fuertemente a Pedro en sus musculosos brazos -Y nunca podrías ser
como nuestro padre. Eres el pegamento que mantenía unida a esta familia cada vez que lo necesitábamos. Me importa una mierda si no me podrías decir sobre el accidente. No estaría con la mujer que amo más que a la vida si no hubiera pasado nada. A veces nuestro dolor en la vida vale la pena.


Paula observó, con las lágrimas rodando por sus mejillas mientras Pedro respondió lentamente, y vio su gran estremecimiento mientras se abrazó a Kevin, a cambio, los dos de ellos encerrados juntos en un abrazo fraternal. Ella no necesita que le digan que era la primera vez, Kevin jamás se había sentido libre de expresar realmente lo mucho que le importaba porque PedroPedro se había mantenido siempre a todos a distancia en el pasado.


-Te amo, también, hermanito - Pedro respondió en voz baja, golpeando a Kevin en la parte posterior cuando se separaron.


El corazón de Paula se apretó mientras observaba a su vez la cara de
Kade con una feliz sonrisa cuando Mia llegó justo detrás de él y se lanzó a los brazos de Pedro, con el rostro bañado en lágrimas.


-Lo siento,Pedro. Lo siento por todo. Si no me había metido en problemas, tú y Kevin no habrían sido tan distantes entre sí, mientras que yo estaba escondida en Montana. Mauro y Kevin se tenían entre sí. Tú no tenias a nadie - ella se ahogo en un sollozo, aferrándose a su hermano mayor como a un salvavidas.


-Lo hice, Mia - Pedro canturreó, la celebración de su hermana y la mecía. -Te tuve. Al menos sabía que estabas viva. No he tenido que lidiar con demonios que puse en Kevin y Mauro porque pensaban que estabas muerta.


-Me habría sido si no me habías escondido y callado - contestó Mia, finalmente, tirando hacia atrás y beso en la mejilla a Pedro.- Mauro, Kevin, y todos habrían muerto. Ya sabes que Te amo, pero no creo que nunca sabrás cuánto . Que te he causado más problemas - Mia secó las lágrimas mientras daba un paso hacia atrás, mirando a su hermano en la cara.


-Te amo, Mia. Siempre lo hago. Y yo soy tu hermano mayor. Es mi trabajo para mantenerlos fuera de problemas - Pedro le dijo casi con arrogancia, pero sonreía.


Sofia fue el siguiente para conseguir sus abrazos y besos con Pedro, y Mauro se acercó y estrechó la mano de Pedro y le dio una palmada en la espalda en un breve abrazo. Apartándose de Pedro, Mauro dijo con remordimiento -Te debo una disculpa, Pedro. Me odio por esto, pero te he resentido desde que descubrí que escondiste a Mia lejos de mí. 


Mauro volvió a tomar su asiento con Mia, y Pedro se sentó de nuevo. Paula extendió la mano y estrechó a Pedro, con lo que llevo su
palma a los labios y besándola con ternura antes de traer sus manos unidas a descansar en el brazo de la silla.


-Sé que lo hiciste, Mauro. Y sabía que este día todavía estaba resentido. Pero nunca te culpé, -Pedro contestó con honestidad.


-Ya no lo estoy, Pedro. Estoy tan condenadamente agradecido, y yo no sé cómo decir gracias por el ahorro que nos diste a cada uno de nosotros - Mauro respondió pensativo.




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