lunes, 17 de septiembre de 2018
CAPITULO 25 (SEPTIMA HISTORIA)
Pedro se detuvo de repente cerca de la puerta mientras dirigía a su hermano una mirada asesina al verlo acercarse, conducido esposado a la salida por un agente federal.
A Paula se le cortó la respiración y el tiempo pareció detenerse cuando los dos hermanos finalmente se miraron. Pudo sentir todo el cuerpo de Pedro estremeciéndose cuando bajó el brazo lentamente de su hombro y se acercó a su hermano.
Marcos apenas parecía afectado por lo que estaba ocurriendo, pero su mirada era evaluadora mientras veía a Pedro acercarse a él.
Sin decir una palabra, Pedro echó atrás el brazo y soltó el puño, golpeando a su hermano directamente en la cara. El agente detrás de Marcos tuvo que estabilizarlo para mantener a Marcos en pie.
—Eso es por traicionar a tu país y dejar que Paula resultara herida, cabrón egoísta —dijo con voz ronca y amenazadora antes de darle la espalda a Marcos y volver junto a Paula para darle la mano.
Las lágrimas le corrían por el rostro a Paula. Se le encogió el corazón en el pecho ante la traición que estaba sufriendo Pedro en aquel momento.
No terminaría ahí. Ella lo sabía. Pedro se sentiría herido más que físicamente por la renuncia a la lealtad de su hermano mayor. Le apretó la mano para mostrarle apoyo. Él tiró de ella hacia delante para salir del hangar sin volver la vista atrás a Marcos ni una sola vez cuando la introdujo en el coche y el agente condujo como un loco hacia el hospital.
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